¿Realmente valía la pena? No
lo sabía, me quedé sin palabras, ¿qué se supone que iba a contestar yo ahora?
Sí, era feliz con él, pero no todo el tiempo…
¿Realmente le quería?
Uy sí, que si le queria… más que a mi vida, pero las cosas se habían torcido ya
hace mucho y para mí no era fácil retomarlas.
Ahora lo único que
quería era ser la única en su vida, no quería otras, no. Él tenía que
demostrarme cada palabra que decía, necesitaba algo de confianza, aunque fuese
lo más mínimo… Pero no, el lo único que hacía era joder más y más las cosas. No
podía hacer una maldita cosa bien, eso era demasiado complicado ¿no?
Claro, poder ser felices sonaba tan bien, tan fácil y
sencillo. “Jodamosla, que así todo esto no es tan aburrido.” Seguro que eso era
lo que se le pasaba cada minuto por la mente.
Un puto motivo, dame un puto motivo para que podamos estar
juntos, y seré tuya.
Sé que sería el mayor
error que podría cometer, pero quiero cometer ese error contigo. Haz que sea un
error por el que valga la pena cometerlo, que valga la pena derramar lágrimas
por él, ya que te gusta tanto complicar la cosas, no hagas que sea un error
echado a perder, una enseñanza malgastada, haz que sea una gran piedra en el
camino, inevitable de esquivar y tropezarme con ella. Vamos, sé que puedes
joderme así, ponle ese empeño que tú y yo sabemos, cometamos este error juntos.